La mamografía se debe realizar por primera vez a los 35 años. Si sale normal, la siguiente debe ser a los 40. A partir de esa edad se debe comenzar con la toma anual de mamografía, la que se recomienda sea complementada con ecografía mamaria, para que sea realmente preventiva. Esto se refuerza si se toma en cuenta que el 90% de los tumores malignos a las mamas se da en mujeres de 45 en adelante. Pero si la persona tiene antecedentes de parientes directos que hayan sufrido cáncer de mamas, la periodicidad y el uso de ecografía mamaría la debe determinar el médico tratante ya que en estos casos, la edad de prevención se adelanta.
La mamografía es un examen de corta duración. La mama es colocada en un aparato llamado mamógrafo, que es un equipo que emite una baja dosis y muy segura rayos X.
Por ello, antes de realizarla la paciente debe tener la seguridad de no estar embarazada. Lo ideal es tomarlo hasta cinco días antes de la regla y luego de finalizada ya que en ese período las mamas se vuelven más sensibles lo que podría hacer el examen muy incómodo.
La paciente es ingresada a la sala de examen donde debe poner sus mamas en una especie de “prensa” que fija la mama, la alisa y extiende con el fin de lograr una toma total del área a estudiar. Como se presiona la mama este examen provoca molestias. Estas molestias son parte del examen pero son absolutamente tolerables y por pocos segundos.